nueva tasa turística en Vigo
La entrada en vigor de la nueva tasa turística en Vigo aún no tiene fecha concreta. El 23 de julio de 2025, el alcalde Abel Caballero anunció que el Concello ha iniciado los trámites para redactar una ordenanza municipal que regulará este impuesto.
Este proceso incluye un período de consulta pública con participación del sector turístico y la ciudadanía, por lo que se espera que la aprobación y aplicación efectiva se produzca en varios meses, sin una fecha clara aún
Aclaremos que la tasa aún no está vigente, está en fase de elaboración y se aplicará en el futuro una vez finalice el proceso de tramitación y consulta.
La nueva tasa turística, es una medida que ha generado debate entre residentes, visitantes y el sector hostelero. Esta tasa consiste en un pequeño importe diario que deben abonar los turistas que se alojan en establecimientos reglados, como hoteles, pensiones o apartamentos turísticos, con el objetivo de destinar esos fondos a la mejora de infraestructuras, servicios y conservación del entorno urbano.
La decisión de implantar esta tasa se justifica como una vía para compensar el desgaste que el turismo puede provocar en el espacio público. Las calles del Casco Vello, los senderos del monte O Castro o las playas de Samil y O Vao son espacios muy frecuentados que requieren un mantenimiento constante, y el ayuntamiento considera que quienes disfrutan de ellos temporalmente pueden colaborar en su conservación.
Para los visitantes, la tasa no supone un incremento significativo del coste del viaje, pero sí introduce un componente de responsabilidad compartida. En lugar de percibirse como un simple recargo, se presenta como una forma de contribuir al bienestar colectivo y al equilibrio entre turismo y calidad de vida local. De hecho, en muchos casos, el importe se adapta a la categoría del alojamiento y a la duración de la estancia, buscando un modelo progresivo y justo.
En el ámbito local, la medida ha despertado opiniones diversas. Algunos comerciantes y profesionales del turismo temen que pueda frenar la llegada de visitantes, mientras otros la ven como una oportunidad para reforzar la identidad de Vigo como destino sostenible y comprometido con su entorno. Los ingresos recaudados no se destinan a fines generales, sino a proyectos específicos, como la limpieza de espacios naturales, el embellecimiento del centro histórico, la mejora del transporte público en temporada alta o la promoción cultural.
La tasa también se interpreta como una forma de alinear a Vigo con otras ciudades que ya han adoptado medidas similares, demostrando que el crecimiento turístico puede gestionarse con equilibrio. La ciudad sigue abierta al mundo, pero con una apuesta clara por la sostenibilidad, el respeto y el cuidado de su territorio.
Es decir que la nueva tasa turística en Vigo no es solo una cuestión económica, sino también simbólica, un pequeño gesto que representa una gran intención. Quien visita Vigo no solo se lleva el recuerdo de su paisaje, su gastronomía o su gente, sino que deja una huella positiva que contribuye al futuro de la ciudad.